Los lentes (o anteojos o gafas o espejuelos) son instrumentos valiosos que nos sirven para ver mejor. Recetados o Prescritos correctamente pueden ser como los mejores Zapatos que haya tenido. Por lo mismo, cuidarlos se antoja importante.

Pongamos entonces sobre la mesa algunas consideraciones.

El plástico es hidrofóbico (repele el agua). Las micas de nuestros anteojos están también hechas de plástico.
Las capas que se le agregan en la superficie de los lentes, asimismo son también hidrofóbicas.

El Polvo tiene una carga electroestática mientras que el plástico tiene otra. Positivo (+) y Negativo (-) se atraen. Por eso las partículas de polvo, por mínimas que sean, tienden a pegarse de los lentes de plástico (practicamente todas las micas de todos los anteojos de hoy están hechas de algún plástico).

Si yo uso algún trapito (por fino o suave que sea), estaré tallando estas micropartículas contra la pulida superficie de mis anteojos… y la estaré rayando aunque no me de cuenta.

¿Que hago entonces? -Los paso por agua… si. Los paso por agua (ya sea en el chorro del agua o sumergiéndolos en un plato o vasija llena de agua). Al tener el plástico contacto con el agua, se descargará su energía electroestática de inmediato, dejando entonces de atraer hacia sí el polvo. Se soltarán las partículas. Hasta ahí vamos bien.

Los dejo a un lado (todavía mojados) y me lavo las manos con jabón normal (el jabón lavatrastes normalmente frecuentemente tiene amonia y éste químico le hace daño a las capas que se le ponen a la superficie de los lentes para evitar rayaduras o reflejos).

Todavía con jabón en las manos delicadamente froto ambas superficies (anterior y posterior) de cada lente, teniendo buen cuidado de que todo el lente haya sido limpiado con jabón, para que la grasita que tengan se suelte. Si las almohadillas están sucias, o al menos de vez en cuando, utilizo un cepillo también enjabonado para tallarlas, teniendo buen cuidado de evitar raspar o arañar los cercanos lentes. Un cepillo de dientes viejo y que ya no use puede ser buena idea.

Me enjuago bien las manos para que queden libres de jabón y después, enjuago los lentes de nuevo frotándolos delicadamente en ambas superficies con los dedos.

Al final, en un chorrito de agua (fino) pongo los lentes de lado (verticales) para que el agua derrame tanto por delante como por detrás del lente y… como son hidrofóbicos, este mismo chorrito se llevará las gotas de agua que hayan permanecido en la superficie de los lentes cuando vaya pasando el chorrito desde un lado hasta el otro lentamente.

¿Quedan algunas gotitas en el filo de abajo? Esas si se pueden secar con una toallita desechable, pero sus lentes quedarán “limpísimos” y además originales. Lo notará claramente al ponérselos otra vez.

Nunca deben trapitos tocar la superficie de los lentes. Si el trapito los toca, el lente durará menos en las condiciones iniciales y se deteriorará mucho mas rapidamente.

Espero le sirvan estas recomendaciones. Pronto haremos un corto video… Espérelo.

Dr Luis Ignacio Larrazábal Aguerrevere
Cirujano Oftalmólogo